Fic Twc SECRETO PROBIDOS
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Fic Twc SECRETO PROBIDOS
AMARA KAULITZ
Legaba tarde; lo sabia.
Miro su reloj, marcaban la seis.
Bien; tenia claro que nadie le esperaría en el salón de casa y ya ni digamos despierto. No, los habitantes de esa casa empezarían directamente un nuevo día dentro de aproximadamente dos o tres horas. Bueno para ser sinceros, sabia que solo un compañero empezaría a esa hora, porque no podía asegurar con certeza que hubiese cuatro personas dentro y aunque así fuese; a tres de esos seres se les podía llamar marmotas sin que se ofendieran.
En fin, que le podía hace. No podía dejar de celebrar el cumpleaños de alguien con la simple excusa de no tener ganas de salir, por mucho que esa persona le cayera mal, ese era su trabajo, relacionarse, tener contactos y sobre todo y lo mas importante llevarse bien con ellos, a las mil maravillas. Ya le hubiese gustado zafarse de esa estúpida fiesta.
Ahora, solo y simplemente podría aceptar las consecuencias, porque sabia que mañana, en cuanto abriera los ojos, cuatro caras enfadas la estarían esperando para recibir una explicación razonable de su tardanza, de la cual carecía, y echarle la bronca.
Sumida en sus pensamiento la campana del ascensor sonó.
Genial, temía unas ganas inimaginable de quitarse eso zapatos. ¿Para que mierda se lo había puesto una noche entera sin estrenarlo antes? Esos malditos tacones de aguja se le calcaba como nada sobre sus ya doloridas planta del pie. Pero eran divinos. Un perfecto regalo de su amado hermano. ¿Como no? Ellos la conocían como nadie en el mundo, incluso mas que ella misma y siempre, pero siempre, acertaban con sus regalos.
Busco en el bolso y saco una pequeña llave que introdujo por el estrecho agujerito de la cerradura y abrió la puerta procurando no hacer ruido. Y efectivamente, comprobó sin sorpresa alguna, que el salón estaba totalmente vació y la casa sumergida en un silencio y oscuridad sepulcral.
Dejo sus escandalosas llaves en el cuenco de la mesa, así lo verían cuando se despertaran y no se preocuparían por ella. Se quito su calzado y lo cogió con las manos. No es que estuviera bebida, o drogada o cualquier cosa que se pudiera esperar de una chica de apenas 20 años recién cumplidos que llegaba a su casa a las seis de la mañana y que por eso no podía caminar con ellos puesto, pero es que ya no podía mas. Ella adoraba su cuerpo y hacia mucho tiempo que se había propuesto llevar una vida sana o bueno lo mas sana que su trabajo le permitía, de tal manera que se mantenía alegada de cualquier toxina que le pudiese hacer mal a su preciado organismo.
Y así se dirigió escaleras arriba.
El largo pero, en su opinión, estrecho pasillo tenia cinco puerta, tres de las cuales estaban abiertas de par en par. No se había equivocado en eso tampoco. Georg no estaba en casa. “Lógico” pensó, su novia, con la que apenas llevaba seis mese, estaba en la ciudad de vacaciones, como el, y no sabían cuando se volverían a ver, así que debían de aprovechar la oportunidad.
Ella aria lo mismo.
Estaban en sus últimos días de vacaciones, si es que se le podía llamar así. Porque su trabajo era frenético esos días. Acaba de volver de Sur-África de rodar Automatic y en poco tiempo empezaran la gira del nuevo CD y de todos, de momento, ella era la que mas trabajo había tenido, puesto que era la encargada de que la imagen de Tokio Hotel fuera perfecta a los ojos del resto de mundo. O sea su responsabilidad, consistía en que la prensa no sacara ningún tema que perjudicase al grupo y se encargaba de la promoción de todo lo relacionado con ellos. Para cumplir con ese objetivo, era indispensable que se pasara 24 horas al día y 365 días al año, pegada a sus “chicos”, a su portátil y a su inseparable teléfono móvil, así se mantenía informada de absolutamente todo lo que ocurría en el universo “TH”. Así explicado parece sencillo. Pero es mas complicado de lo que todo el mundo puede pensar. Su mente guardaba celosamente mil y un secretos. Tanto a las fans de los cuatro chicos que ella adoraba, como a ese cuatro chicos. Había cosas que no podía contar. Como, solo por poner un pequeño ejemplo, que mas de un ligue de su hermano Tom, se había presentado ante ella amenazando con contar su escandalosa noche de pasión, en los programas de televisión de medio planeta, aportando fotos y videos como pruebas, si no le daban dinero a cambio de mantener su boca cerrada y mucho menos podía detallar la manera en que ella había solucionado ese problema. Últimamente su cometido había fallado bastante, pero era inevitable que cosas así llegasen a los oídos de la prensa internacional. Las “afganas”, esas malditas dementes que necesitaban un psiquiátrico con total urgencia le estaban volviendo loca y la agresión de Gustav por parte de ese perturbado mental no había ayudado demasiado.
Estrategia a seguir: quedarse quieta y encargar el golpe haciendo que doliera lo menos posible.
Y funcionaba.
Las incondicionales que la banda tenían por toda la orbe lo estaban haciendo posible. Ellas y solo ellas tenia la clave para el triunfo o fracaso de un famoso y los responsables de prensa era los encargados de que el engranaje funcionara correctamente.
Siguió avanzando por el pasaje.
Al final del corredor había un hueco que daba a un dormitorio, el suyo. Estaba en perfecto orden. Justo a su izquierda había otra entrada totalmente corrida, que daba directamente a la pieza de su hermano Bill. Y a su derecha y esta vez si que era una de las dos cerradas, otra que permitía el paso a la de su prójimo mayor.
La descorrió con sumo sigilo y lo que encontró dentro fue tal imagen, iluminada por la tenue luz de la luna que entraba libremente por la ventana cerrada, que hizo que una sonrisa aflorase en su rostro.
Dos figuras inmóviles se encontraban pegadas la una a la otra en el centro de la gran cama.
Una estaba totalmente encogida como consecuencia de que casi toda su piel quedaba expuesta al frió de la noche alemana. Sus recién estrenadas trenzas negras se perdían con le extravagante color que quiso ponerle a la sabanas de su exagerado camastro, solo siendo visibles aquellas pocas que caían sobre el edredón o sobre su cuerpo.
La otra estaba tumbado y estirado sobre el pecho del primero, acaparando para si toda la frazada con la cabeza colocada en el cuello y el hombro de este y la boca entre abierta. Totalmente relajado y ajeno al frió que estaba pasando su pareja esa noche.
Dejo caer su divinos zancos de ultima moda en un lateral de la puerta por la parte de la galería y penetro con pequeños pasos en la alcoba. Se acerco a sus dos gemelos, que estaban totalmente desnudos y con muchísimo cuidado de no despertar a ninguno de los dos, tiro de la manta suavemente, asta que la logro sacar debajo del cuerpo del menos pesado; para cubrir a sus dos únicos reales ocupantes de su tiempo y mente. Porque ella no se había empleado a fondo en estudiar todo lo que había estudiado; desde que sus trillizos se interesaron por la música, sino hubiese tenido totalmente claro que ellos iban a triunfar y que seria ella, exclusivamente ella, Amara Kaulitz, quien se encargaría personalmente de que nadie se metiera en sus vidas y les hiciera daño.
Sonrió mostrando su perfecta dentadura al ver como se acomodaban mejor el uno al otro debajo de la manta y como la expresión del ya ex-rastras cambia del sentir frió extremo a la mas intensa de la felicidad.
Les beso como pudo. A uno en la mejilla y al otro en la comisura de los labios y casi estuvo por soltar una carcajada al escuchar como Bill soltaba un casi inaudible quejido de placer con tan solo el tenue roce de sus labios con su piel.
Totalmente feliz salió de ese espacio, sabiendo que mañana ellos le reñirían por haber llegado tan tarde a la casa, sin avisar, pero que dos minutos mas tarde esa pelea desaparecería, le pedirían perdón, se sentarían junto a ella y la defenderían ante los mas que posibles gritos de Georg y la regañina de Gustav. Y si podían y lograban librarse de ellos, le contarían o mejor le escenificaran para ella y solo para ella todo lo que se perdió por haber llegado tan tarde esa noche, mejor dicho día ya.
Siempre era igual. Ningunos de sus hermanos eran capaces de subirle el todo de voz mas de un par de segundo.
Espero que os guste ^^. Dejad comentarios. Por si alguien esta en ele Slas tambien esta corgado alli, soy Mirita, 4 capitulo lleva allí ^^
Legaba tarde; lo sabia.
Miro su reloj, marcaban la seis.
Bien; tenia claro que nadie le esperaría en el salón de casa y ya ni digamos despierto. No, los habitantes de esa casa empezarían directamente un nuevo día dentro de aproximadamente dos o tres horas. Bueno para ser sinceros, sabia que solo un compañero empezaría a esa hora, porque no podía asegurar con certeza que hubiese cuatro personas dentro y aunque así fuese; a tres de esos seres se les podía llamar marmotas sin que se ofendieran.
En fin, que le podía hace. No podía dejar de celebrar el cumpleaños de alguien con la simple excusa de no tener ganas de salir, por mucho que esa persona le cayera mal, ese era su trabajo, relacionarse, tener contactos y sobre todo y lo mas importante llevarse bien con ellos, a las mil maravillas. Ya le hubiese gustado zafarse de esa estúpida fiesta.
Ahora, solo y simplemente podría aceptar las consecuencias, porque sabia que mañana, en cuanto abriera los ojos, cuatro caras enfadas la estarían esperando para recibir una explicación razonable de su tardanza, de la cual carecía, y echarle la bronca.
Sumida en sus pensamiento la campana del ascensor sonó.
Genial, temía unas ganas inimaginable de quitarse eso zapatos. ¿Para que mierda se lo había puesto una noche entera sin estrenarlo antes? Esos malditos tacones de aguja se le calcaba como nada sobre sus ya doloridas planta del pie. Pero eran divinos. Un perfecto regalo de su amado hermano. ¿Como no? Ellos la conocían como nadie en el mundo, incluso mas que ella misma y siempre, pero siempre, acertaban con sus regalos.
Busco en el bolso y saco una pequeña llave que introdujo por el estrecho agujerito de la cerradura y abrió la puerta procurando no hacer ruido. Y efectivamente, comprobó sin sorpresa alguna, que el salón estaba totalmente vació y la casa sumergida en un silencio y oscuridad sepulcral.
Dejo sus escandalosas llaves en el cuenco de la mesa, así lo verían cuando se despertaran y no se preocuparían por ella. Se quito su calzado y lo cogió con las manos. No es que estuviera bebida, o drogada o cualquier cosa que se pudiera esperar de una chica de apenas 20 años recién cumplidos que llegaba a su casa a las seis de la mañana y que por eso no podía caminar con ellos puesto, pero es que ya no podía mas. Ella adoraba su cuerpo y hacia mucho tiempo que se había propuesto llevar una vida sana o bueno lo mas sana que su trabajo le permitía, de tal manera que se mantenía alegada de cualquier toxina que le pudiese hacer mal a su preciado organismo.
Y así se dirigió escaleras arriba.
El largo pero, en su opinión, estrecho pasillo tenia cinco puerta, tres de las cuales estaban abiertas de par en par. No se había equivocado en eso tampoco. Georg no estaba en casa. “Lógico” pensó, su novia, con la que apenas llevaba seis mese, estaba en la ciudad de vacaciones, como el, y no sabían cuando se volverían a ver, así que debían de aprovechar la oportunidad.
Ella aria lo mismo.
Estaban en sus últimos días de vacaciones, si es que se le podía llamar así. Porque su trabajo era frenético esos días. Acaba de volver de Sur-África de rodar Automatic y en poco tiempo empezaran la gira del nuevo CD y de todos, de momento, ella era la que mas trabajo había tenido, puesto que era la encargada de que la imagen de Tokio Hotel fuera perfecta a los ojos del resto de mundo. O sea su responsabilidad, consistía en que la prensa no sacara ningún tema que perjudicase al grupo y se encargaba de la promoción de todo lo relacionado con ellos. Para cumplir con ese objetivo, era indispensable que se pasara 24 horas al día y 365 días al año, pegada a sus “chicos”, a su portátil y a su inseparable teléfono móvil, así se mantenía informada de absolutamente todo lo que ocurría en el universo “TH”. Así explicado parece sencillo. Pero es mas complicado de lo que todo el mundo puede pensar. Su mente guardaba celosamente mil y un secretos. Tanto a las fans de los cuatro chicos que ella adoraba, como a ese cuatro chicos. Había cosas que no podía contar. Como, solo por poner un pequeño ejemplo, que mas de un ligue de su hermano Tom, se había presentado ante ella amenazando con contar su escandalosa noche de pasión, en los programas de televisión de medio planeta, aportando fotos y videos como pruebas, si no le daban dinero a cambio de mantener su boca cerrada y mucho menos podía detallar la manera en que ella había solucionado ese problema. Últimamente su cometido había fallado bastante, pero era inevitable que cosas así llegasen a los oídos de la prensa internacional. Las “afganas”, esas malditas dementes que necesitaban un psiquiátrico con total urgencia le estaban volviendo loca y la agresión de Gustav por parte de ese perturbado mental no había ayudado demasiado.
Estrategia a seguir: quedarse quieta y encargar el golpe haciendo que doliera lo menos posible.
Y funcionaba.
Las incondicionales que la banda tenían por toda la orbe lo estaban haciendo posible. Ellas y solo ellas tenia la clave para el triunfo o fracaso de un famoso y los responsables de prensa era los encargados de que el engranaje funcionara correctamente.
Siguió avanzando por el pasaje.
Al final del corredor había un hueco que daba a un dormitorio, el suyo. Estaba en perfecto orden. Justo a su izquierda había otra entrada totalmente corrida, que daba directamente a la pieza de su hermano Bill. Y a su derecha y esta vez si que era una de las dos cerradas, otra que permitía el paso a la de su prójimo mayor.
La descorrió con sumo sigilo y lo que encontró dentro fue tal imagen, iluminada por la tenue luz de la luna que entraba libremente por la ventana cerrada, que hizo que una sonrisa aflorase en su rostro.
Dos figuras inmóviles se encontraban pegadas la una a la otra en el centro de la gran cama.
Una estaba totalmente encogida como consecuencia de que casi toda su piel quedaba expuesta al frió de la noche alemana. Sus recién estrenadas trenzas negras se perdían con le extravagante color que quiso ponerle a la sabanas de su exagerado camastro, solo siendo visibles aquellas pocas que caían sobre el edredón o sobre su cuerpo.
La otra estaba tumbado y estirado sobre el pecho del primero, acaparando para si toda la frazada con la cabeza colocada en el cuello y el hombro de este y la boca entre abierta. Totalmente relajado y ajeno al frió que estaba pasando su pareja esa noche.
Dejo caer su divinos zancos de ultima moda en un lateral de la puerta por la parte de la galería y penetro con pequeños pasos en la alcoba. Se acerco a sus dos gemelos, que estaban totalmente desnudos y con muchísimo cuidado de no despertar a ninguno de los dos, tiro de la manta suavemente, asta que la logro sacar debajo del cuerpo del menos pesado; para cubrir a sus dos únicos reales ocupantes de su tiempo y mente. Porque ella no se había empleado a fondo en estudiar todo lo que había estudiado; desde que sus trillizos se interesaron por la música, sino hubiese tenido totalmente claro que ellos iban a triunfar y que seria ella, exclusivamente ella, Amara Kaulitz, quien se encargaría personalmente de que nadie se metiera en sus vidas y les hiciera daño.
Sonrió mostrando su perfecta dentadura al ver como se acomodaban mejor el uno al otro debajo de la manta y como la expresión del ya ex-rastras cambia del sentir frió extremo a la mas intensa de la felicidad.
Les beso como pudo. A uno en la mejilla y al otro en la comisura de los labios y casi estuvo por soltar una carcajada al escuchar como Bill soltaba un casi inaudible quejido de placer con tan solo el tenue roce de sus labios con su piel.
Totalmente feliz salió de ese espacio, sabiendo que mañana ellos le reñirían por haber llegado tan tarde a la casa, sin avisar, pero que dos minutos mas tarde esa pelea desaparecería, le pedirían perdón, se sentarían junto a ella y la defenderían ante los mas que posibles gritos de Georg y la regañina de Gustav. Y si podían y lograban librarse de ellos, le contarían o mejor le escenificaran para ella y solo para ella todo lo que se perdió por haber llegado tan tarde esa noche, mejor dicho día ya.
Siempre era igual. Ningunos de sus hermanos eran capaces de subirle el todo de voz mas de un par de segundo.
Espero que os guste ^^. Dejad comentarios. Por si alguien esta en ele Slas tambien esta corgado alli, soy Mirita, 4 capitulo lleva allí ^^
Mimi.Kaulitz- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 22/02/2010
Re: Fic Twc SECRETO PROBIDOS
me e n c a n t a :O
en serio, me ha gustado mucho este primer capi, la imagen de los dos en la cama.. que preciosos son^^
me encanta que haya twincest desde el principio :twisted
sube pronto, aunuqe bueno, a lo mejor me paso por ese foro que dices, porque no se si podre esperar mucho a saber como sigue...
un besotee,
en serio, me ha gustado mucho este primer capi, la imagen de los dos en la cama.. que preciosos son^^
me encanta que haya twincest desde el principio :twisted
sube pronto, aunuqe bueno, a lo mejor me paso por ese foro que dices, porque no se si podre esperar mucho a saber como sigue...
un besotee,
klaire's- Admin
- Mensajes : 128
Fecha de inscripción : 02/02/2010
Edad : 31
Localización : Kaulitzlandia
Re: Fic Twc SECRETO PROBIDOS
Secreto
(Narra Tom)
Estaba nervioso.
La limusina avanzaba deprisa y pronto pudo ver desde detrás de los negros cristales como iban llegando a la entrada de esa fiesta.
¿Alguien le podía explicar porque demonios se requerían su presencia allí? ¿No era esa una recepción para homenajear al imbécil de Bushido? Que pretendían ¿Qué le rompiese la cara?
Aun le guarda todo el rencor del mundo por que le dijo e hizo a su hermano.
Los de la discográfica lo sabían y aun así les OBLIGABAN, y si porque era por obligación, a asistir a es cosa estúpida.
Aparte el tío ese, le caía como el culo, no lo soportaba.
Reconozcámoslo, no estaba nervioso esta rabioso, furioso, hirviendo en la mas profunda y fuerte de las iras.
Si se encontraba con ese jilipollas iba a tener mas que palabras con el. Porque gracias a ese sujeto de celebro mono-neuronal con electroencefalograma plano tenia que hacer cosa que no le apetecían en absoluto. Así que, en un segundo de total lucidez y advertido por los objetos de su mas profunda obsesión, le había pedido a Saki que mantuviera a Tobi cerca suya para así ahorrase también una pelea con ellos, porque ninguno de los dos toleraba la violencia.
Bueno, menos mal que solo tendría que pasar allí una media hora como mucho, y para sorpresa de los otros dos; había organizado una “fiestecita privada” en la lujosa suite de unos hoteles mas importantes y discretos de la ciudad, de la que pensaba ser el dueño y señor.
Sonrió, con aire chulesco, en dirección a Bill, que estaba sentando a su izquierda perfectamente arreglado, con aspecto arrebatador, como solo el puede y sabe hacerlo. Alejo su mirada, para centrase en Amara, que estaba sencillamente espectacular, como siempre. Su mente no puede evitar pensar en todo lo que aria luego, los tendría solo para el, disfrutaría como un niño pequeño en una tienda de golosinas. ¿Cuanto tiempo había pasado desde la ultima vez que lo tuviera a los dos? No importaba, esta noche, era su noche, el podría hacer lo que quisiera con sus hermanitos pequeños y ellos no se podrán negarse a nada. Tenia que reconocer que sabían bien como provocarlo o mas bien, el se provocaba con tan solo con la vista. Sus hermanos eran mucho mas vistoso que el. Estaban fabulosos y resaltaran entre la multitud. “Mierda” pensó, eso atraería a demasiados curiosos a su alrededor y no, eso no lo podía permitir, eran suyos, solo suyos. Tendría que advertirles cuando antes, que no se acercasen a nadie, que no lo iba a tolerar.
La limusina se paro.
Todos levantaron la vista.
Avían llegado.
La gente se aglomeraba al rededor de las vallas. Los periodistas, cámara y micrófono en mano, esperaban impaciente a que se abriese las puertas para ver quien era el próximo en llegar.
Respiro hondo. Un espacio se abrió ante el, sin que nadie dentro del vehículo hubiese echo movimiento alguno. Se aproximo y saco una pierna. Enseguida se empezaron a escuchar gritos ensordecedores fuera. Estaba claro que había mas de una fan esperando. Pero una mano le tiro y lo hizo retroceder.
– Bien chicos. Recordar, nada de espectáculos innecesarios. Esta fiesta esta llene de periodistas del corazón buscando algo escabroso que sacar y que mejor si es de cualquiera de los famosos integrantes de Tokio Hotel.
- Hay, hermanita ¿Cuanta veces lo repetirás? - le hablo Bill, se notaba la dulzura en su voz. Adoraba a su hermana.
- Cuantas veces sea necesario. Simplemente cuando veáis a Bushido, os disculpáis con quien sea y os vais.
- Si Amara, estoy de acuerdo. No tendrás problema conmigo.
- Gracias Gustav. Ojalá pudiera decir igual de todos.- Lo dijo mirando en su dirección, el simplemente rodó los ojos y le sonrió con picardía.
- Ahora ¿si podemos salir? - Pregunto Georg con cara de “Quiero que esto pase cuanto antes”
- Adelante y por favor sonreír.
La cuanta atrás, treinta minutos desde ese momento.
Salió fuera. Miles de falses, o eso le pareció a el, lo dejaron ciego durante un par de segundos.
Se fijo que el cercado no servia para nada. Un monto de brazos con postes sobresalían de el. En esos trozos de papel se podía ver su grupo, su cara, la de su hermano, la de Georg, la de Gustav y....... Un momento ¿había visto bien? ¿La de Amara? ¿Que hacia Amara en un póster? ¿Desde cuando su adora hermana se tenia que enfrentar a esa mierda diaria? Tenia que hablar con sus trillizos y resorber aquello cuando antes.
Paso como pudo entre la multitud.
Sonriendo con una mueca muy forzada, firmo autógrafos, se hizo fotos, dio muchos besos, abrazo a bastante chicas y repitió la palabra “gracias” asta aburrir.
Posaron ante la presa y contestaron a algunas preguntas de rutinas. Ellos eran la novedad, lo sabia. Dos años y medio alegados de los escenarios tenia su precio, pero no le importa volvían con algo increíble que ofrecer.
El tiempo paso, sus diez minutos de posado terminaron.
Por fin dentro.
Tan solo quedaban veinte minutos para hacer lo que realmente estaba deseando.
Cogió un vaso cualquiera de los que traía una camarera en su bandeja y se lo llevo a los labios. Miro a su alrededor mientras lo hacia. Un montón de personas a las que no tenia ganas de saludar.
En un rincón del local localizo un pequeño reservado vació que aparentemente era bastante intimo.
Bien, se instalaría allí y esperaría que el tiempo pasara rápido. Amara solo dijo “nada de pelas” no que tuviera que relacionarse con nadie.
Cuando se sentó, vio, con gran satisfacción, como Tobi le seguía los pasos de cerca, así que lo invito a que le acompañaran en la mesa, y pronto no solo fue Tobi quien estaba alli. Su hermano, así como sus mejores amigos, su jefe de seguridad y su representante se unieron a ellos creando un habiente bastante agradable a su alrededor y haciendo que el tiempo no fuese tan horrible.
Cuando solo quedaban unos diez minutos para que esa tortura acabar de una vez, Tom se había recostado en el sofá y dejado que los demás dirigiesen la conversación; cuando vio como Bill se levanto y sin dejar que nadie mas que él lo viera, se escabullo en busca del servicio. Tosiendo un poco para así hacerse notar, pidió disculpas, se levanto y fue siguiendo la pista a su hermano.
Cuando llego sorprendentemente el servicio estaba totalmente vació.
Se giro cerrando la puerta y atrancándola; tarea ardua difícil, puesto que se trataba de unos baños públicos, pero se las apaño bastante bien.
Satisfecho con su trabajo, espera que Bill saliera del cuartito ese casi claustrofóbico, se acomoda contra la pared. Cero los ojos y dejo que su mente vagar libremente por el mundo de los pensamientos incoherentes.
Antes de que se pudiese dar cuenta de lo que pasaba, unos brazos lo rodeaban y apretaban fuertemente por la cintura.
Abrió los ojos para encontrarse con su hermano mediano acomodándose contra su pecho y no tardo ni un segundo en abrazarlo el también.
– ¿Que te pasa Tommy? - pregunto con voz melosa.
- ¿Por que lo preguntas?
- Estas extraño desde que llegamos a la fiesta.
- Bueno es que tengo un cumulo de cosas dentro.
- ¿Que cosas?
- En primer lugar no soporto a Bushido y no se porque tenemos que estar aquí...
- Así que por esa parte estas enfadado – interrumpido el menor.
- Puede ser, luego no me explico como Amara estaba en los póster que nuestras fan
tenían antes, eso lo quiero hablar con vosotros....
- Por tanto también estas preocupado
- Si pero....
- En eso te puedo ayudar.
- ¿Como?
- Hace como un mes un periodista, amigo de Amara, le echo unas fotos en una fiesta.
En esa en la que llego tan tarde a casa ¿Te acuerdas?
- Si ¿y con ello?
- El las publico en una revista bajo el titular de “Amara Kaulitz, la trilliza desconocida, siempre a la ultima moda”
- ¿Y? - cada vez se impacientaba mas
- Y ahora todas las seguidoras nuestras se quieren parecer a ella, así que se puede
decir que es famosa.
- ¡¿EN SERIO?!- pregunto casi gritando y pegando un salto que hizo que Bill se soltara bruscamente de su abrazo.
- Si, pero no te alteres. - Replico este, poniendo un puchero.
- Perdona amor, pero ¿porque nadie me dijo nada? - dijo este acercándose a el y reanudando el abrazo.
- Sabes como es Amara. Yo lo descubrí por la revista, sino tampoco lo sabría.
- Genial.
- ¿Y que mas te pasa Tom?-
- Lo ultimo... - y cambio su cara a una que dejaba claro la lujuria que en esos momentos sentía - Te tengo que decir que esta noche tengo una sorpresa, una fiestecita privada en cuento salgamos de aquí, solo nosotros tres.
- ¿Que fiesta?
- Una – y con esas palabra se apodero de los sensuales labios de su gemelo, besándolo con ansia y bajando las manos asta apoderarse por completo de su trasero.
Esta escena transcurría dentro del servicio y ninguno de los dos se percato del objetivo que asomaba por fuera de la ventana. Ni del flash que saltaba en el preciso instante en que ellos unían sus labios y cerraban los ojos dejándose seducir por pura pasión.
Para mi única seguidora. espero que lo disfrutes ^^.
(Narra Tom)
Estaba nervioso.
La limusina avanzaba deprisa y pronto pudo ver desde detrás de los negros cristales como iban llegando a la entrada de esa fiesta.
¿Alguien le podía explicar porque demonios se requerían su presencia allí? ¿No era esa una recepción para homenajear al imbécil de Bushido? Que pretendían ¿Qué le rompiese la cara?
Aun le guarda todo el rencor del mundo por que le dijo e hizo a su hermano.
Los de la discográfica lo sabían y aun así les OBLIGABAN, y si porque era por obligación, a asistir a es cosa estúpida.
Aparte el tío ese, le caía como el culo, no lo soportaba.
Reconozcámoslo, no estaba nervioso esta rabioso, furioso, hirviendo en la mas profunda y fuerte de las iras.
Si se encontraba con ese jilipollas iba a tener mas que palabras con el. Porque gracias a ese sujeto de celebro mono-neuronal con electroencefalograma plano tenia que hacer cosa que no le apetecían en absoluto. Así que, en un segundo de total lucidez y advertido por los objetos de su mas profunda obsesión, le había pedido a Saki que mantuviera a Tobi cerca suya para así ahorrase también una pelea con ellos, porque ninguno de los dos toleraba la violencia.
Bueno, menos mal que solo tendría que pasar allí una media hora como mucho, y para sorpresa de los otros dos; había organizado una “fiestecita privada” en la lujosa suite de unos hoteles mas importantes y discretos de la ciudad, de la que pensaba ser el dueño y señor.
Sonrió, con aire chulesco, en dirección a Bill, que estaba sentando a su izquierda perfectamente arreglado, con aspecto arrebatador, como solo el puede y sabe hacerlo. Alejo su mirada, para centrase en Amara, que estaba sencillamente espectacular, como siempre. Su mente no puede evitar pensar en todo lo que aria luego, los tendría solo para el, disfrutaría como un niño pequeño en una tienda de golosinas. ¿Cuanto tiempo había pasado desde la ultima vez que lo tuviera a los dos? No importaba, esta noche, era su noche, el podría hacer lo que quisiera con sus hermanitos pequeños y ellos no se podrán negarse a nada. Tenia que reconocer que sabían bien como provocarlo o mas bien, el se provocaba con tan solo con la vista. Sus hermanos eran mucho mas vistoso que el. Estaban fabulosos y resaltaran entre la multitud. “Mierda” pensó, eso atraería a demasiados curiosos a su alrededor y no, eso no lo podía permitir, eran suyos, solo suyos. Tendría que advertirles cuando antes, que no se acercasen a nadie, que no lo iba a tolerar.
La limusina se paro.
Todos levantaron la vista.
Avían llegado.
La gente se aglomeraba al rededor de las vallas. Los periodistas, cámara y micrófono en mano, esperaban impaciente a que se abriese las puertas para ver quien era el próximo en llegar.
Respiro hondo. Un espacio se abrió ante el, sin que nadie dentro del vehículo hubiese echo movimiento alguno. Se aproximo y saco una pierna. Enseguida se empezaron a escuchar gritos ensordecedores fuera. Estaba claro que había mas de una fan esperando. Pero una mano le tiro y lo hizo retroceder.
– Bien chicos. Recordar, nada de espectáculos innecesarios. Esta fiesta esta llene de periodistas del corazón buscando algo escabroso que sacar y que mejor si es de cualquiera de los famosos integrantes de Tokio Hotel.
- Hay, hermanita ¿Cuanta veces lo repetirás? - le hablo Bill, se notaba la dulzura en su voz. Adoraba a su hermana.
- Cuantas veces sea necesario. Simplemente cuando veáis a Bushido, os disculpáis con quien sea y os vais.
- Si Amara, estoy de acuerdo. No tendrás problema conmigo.
- Gracias Gustav. Ojalá pudiera decir igual de todos.- Lo dijo mirando en su dirección, el simplemente rodó los ojos y le sonrió con picardía.
- Ahora ¿si podemos salir? - Pregunto Georg con cara de “Quiero que esto pase cuanto antes”
- Adelante y por favor sonreír.
La cuanta atrás, treinta minutos desde ese momento.
Salió fuera. Miles de falses, o eso le pareció a el, lo dejaron ciego durante un par de segundos.
Se fijo que el cercado no servia para nada. Un monto de brazos con postes sobresalían de el. En esos trozos de papel se podía ver su grupo, su cara, la de su hermano, la de Georg, la de Gustav y....... Un momento ¿había visto bien? ¿La de Amara? ¿Que hacia Amara en un póster? ¿Desde cuando su adora hermana se tenia que enfrentar a esa mierda diaria? Tenia que hablar con sus trillizos y resorber aquello cuando antes.
Paso como pudo entre la multitud.
Sonriendo con una mueca muy forzada, firmo autógrafos, se hizo fotos, dio muchos besos, abrazo a bastante chicas y repitió la palabra “gracias” asta aburrir.
Posaron ante la presa y contestaron a algunas preguntas de rutinas. Ellos eran la novedad, lo sabia. Dos años y medio alegados de los escenarios tenia su precio, pero no le importa volvían con algo increíble que ofrecer.
El tiempo paso, sus diez minutos de posado terminaron.
Por fin dentro.
Tan solo quedaban veinte minutos para hacer lo que realmente estaba deseando.
Cogió un vaso cualquiera de los que traía una camarera en su bandeja y se lo llevo a los labios. Miro a su alrededor mientras lo hacia. Un montón de personas a las que no tenia ganas de saludar.
En un rincón del local localizo un pequeño reservado vació que aparentemente era bastante intimo.
Bien, se instalaría allí y esperaría que el tiempo pasara rápido. Amara solo dijo “nada de pelas” no que tuviera que relacionarse con nadie.
Cuando se sentó, vio, con gran satisfacción, como Tobi le seguía los pasos de cerca, así que lo invito a que le acompañaran en la mesa, y pronto no solo fue Tobi quien estaba alli. Su hermano, así como sus mejores amigos, su jefe de seguridad y su representante se unieron a ellos creando un habiente bastante agradable a su alrededor y haciendo que el tiempo no fuese tan horrible.
Cuando solo quedaban unos diez minutos para que esa tortura acabar de una vez, Tom se había recostado en el sofá y dejado que los demás dirigiesen la conversación; cuando vio como Bill se levanto y sin dejar que nadie mas que él lo viera, se escabullo en busca del servicio. Tosiendo un poco para así hacerse notar, pidió disculpas, se levanto y fue siguiendo la pista a su hermano.
Cuando llego sorprendentemente el servicio estaba totalmente vació.
Se giro cerrando la puerta y atrancándola; tarea ardua difícil, puesto que se trataba de unos baños públicos, pero se las apaño bastante bien.
Satisfecho con su trabajo, espera que Bill saliera del cuartito ese casi claustrofóbico, se acomoda contra la pared. Cero los ojos y dejo que su mente vagar libremente por el mundo de los pensamientos incoherentes.
Antes de que se pudiese dar cuenta de lo que pasaba, unos brazos lo rodeaban y apretaban fuertemente por la cintura.
Abrió los ojos para encontrarse con su hermano mediano acomodándose contra su pecho y no tardo ni un segundo en abrazarlo el también.
– ¿Que te pasa Tommy? - pregunto con voz melosa.
- ¿Por que lo preguntas?
- Estas extraño desde que llegamos a la fiesta.
- Bueno es que tengo un cumulo de cosas dentro.
- ¿Que cosas?
- En primer lugar no soporto a Bushido y no se porque tenemos que estar aquí...
- Así que por esa parte estas enfadado – interrumpido el menor.
- Puede ser, luego no me explico como Amara estaba en los póster que nuestras fan
tenían antes, eso lo quiero hablar con vosotros....
- Por tanto también estas preocupado
- Si pero....
- En eso te puedo ayudar.
- ¿Como?
- Hace como un mes un periodista, amigo de Amara, le echo unas fotos en una fiesta.
En esa en la que llego tan tarde a casa ¿Te acuerdas?
- Si ¿y con ello?
- El las publico en una revista bajo el titular de “Amara Kaulitz, la trilliza desconocida, siempre a la ultima moda”
- ¿Y? - cada vez se impacientaba mas
- Y ahora todas las seguidoras nuestras se quieren parecer a ella, así que se puede
decir que es famosa.
- ¡¿EN SERIO?!- pregunto casi gritando y pegando un salto que hizo que Bill se soltara bruscamente de su abrazo.
- Si, pero no te alteres. - Replico este, poniendo un puchero.
- Perdona amor, pero ¿porque nadie me dijo nada? - dijo este acercándose a el y reanudando el abrazo.
- Sabes como es Amara. Yo lo descubrí por la revista, sino tampoco lo sabría.
- Genial.
- ¿Y que mas te pasa Tom?-
- Lo ultimo... - y cambio su cara a una que dejaba claro la lujuria que en esos momentos sentía - Te tengo que decir que esta noche tengo una sorpresa, una fiestecita privada en cuento salgamos de aquí, solo nosotros tres.
- ¿Que fiesta?
- Una – y con esas palabra se apodero de los sensuales labios de su gemelo, besándolo con ansia y bajando las manos asta apoderarse por completo de su trasero.
Esta escena transcurría dentro del servicio y ninguno de los dos se percato del objetivo que asomaba por fuera de la ventana. Ni del flash que saltaba en el preciso instante en que ellos unían sus labios y cerraban los ojos dejándose seducir por pura pasión.
Para mi única seguidora. espero que lo disfrutes ^^.
Mimi.Kaulitz- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 22/02/2010
Re: Fic Twc SECRETO PROBIDOS
gracias^^
pues deberias tener mas seguidoras eeh, porque el fic esta muy bien!!
el capi genial...
la idea de que sean trillizos ya esta muy bien y original, pero que ademas esten liados entre ellos
me encanta xD
si es que en el tema twincest, en fin, se me va un poco la cabeza jajajaj
les han hecho una foto!!
a ese le cojo yo la camara y se entera como publique la foto de Bill y Tom besandose...
ni encerrandose en el baño tienen intimidad...
por ultimo... QUIERO SABER LO QUE PASA EN ESA FIESTECITA DE TOM!!!
besotees
pues deberias tener mas seguidoras eeh, porque el fic esta muy bien!!
el capi genial...
la idea de que sean trillizos ya esta muy bien y original, pero que ademas esten liados entre ellos
me encanta xD
si es que en el tema twincest, en fin, se me va un poco la cabeza jajajaj
les han hecho una foto!!
a ese le cojo yo la camara y se entera como publique la foto de Bill y Tom besandose...
ni encerrandose en el baño tienen intimidad...
por ultimo... QUIERO SABER LO QUE PASA EN ESA FIESTECITA DE TOM!!!
besotees
klaire's- Admin
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Re: Fic Twc SECRETO PROBIDOS
¿Quien dijo... yo mando?
(Narra Bill)
Excitado, esa la palabra que mas lo definía en esos momentos.
Vale; a esas alturas ya sabia de que iba la “fiesta” de su hermano. Con sus acciones se lo estaba dejando bien claro.
Delante suya estaba viendo el único espectáculo que hacia que se sintiera como si estuviera en el mismísimo centro de la tierra, bañado en magma.
Las células de su piel se estremecían y vibraba, mandando impulsos eléctricos por todo su cuerpo, con la erótica escena que le estaban brindado sus hermanos.
Tom y Amara estaban explorándose la boca mutuamente, con movimientos salvajes.
Desde su posición podía ver a la perfección la alocada danza de sus lenguas.
Su “Tommy” ya se había dejado llevar por el primer pecado capital y sus manos recorrían con pura ansia toda la perfecta anatomía de Amara. El fabuloso BMG* blanco y negro que Amara llevaba puesto, había quedado subido asta la cintura dejaba ver el perfecto trasero adornado por una fina lencería de encaje.
Cuando se estaba fijando en el tatuaje que ella tenia en la cadera derecha, el mayor rompió el contacto y se giro hacia el, para interrumpir su atontamiento.
– ¿Bill? ¿Puedes venir aquí y ayudarme a encontrar la cremallera? - digo con voz claramente ahogada.
- ¿Que?- Replico Amara, enfadada
- Esta bien, pues entonces dime tu donde esta o no, mejor, quítatelo tu misma. - Dijo volviendo a su trabajo pero esta vez en su cuello y hombro y escote y..... cualquier parte de piel que pudiese encontrar.
- No pienso quitarme el vestido Tom.
- Un momento - dice otra vez, separándose- que te quede bien claro, que os quiere bien claro a los dos – de nuevo se dirige al pelinegro – esta es mi fiesta por tanto yo mando.
- Bueno Tom, eso nadie lo niega. Pero no podemos dejar desnuda a nuestra hermanita en mitad del ascensor ¿No crees? - dijo este, dirigiéndose hacia la chica.
La abrazo por la espalda, pegándose a ella, haciendo que sus cuerpos quedase unidos. Las manos volaron por su cadera, descendiendo por su cintura y acariciando su plano vientre, marcando así sus perfectas curvas y llegaron asta el borde de su ropa interior donde las escondió dentro. Sus ojos y los de Amara estaban puestos en la mirada de Tom. Este a su vez tenia toda su atención en la escena.
– Sin embrago – volvió a hablar – creo que ella puede prescindir de esto ahora mismo.
Tiro suavemente de la tela hacia abajo, haciendo que descendiera poco a poco por sus piernas pero... justo cuando estaba a punto de dejar ver lo que Tom quería; el timbre del ascensor sonó, y la perfecta atmósfera se rompió.
– Mierda – fue la frustrada y rápida respuesta que salió de su hermano, mientras se giraba y ellos se separaban, arreglando lo mejor posible la ropa desordenada.
- Dentro, nene- dijo ella, pasando por su lado al salir del pequeño espacio y haciéndole un roce con su mano sobre sus parte intimas que hizo que soltase un pequeñísimo gemido y Bill se riera.
Avanzo deprisa por el pasillo siguiendo a Tom. Cuando llegaron y les abrió la puerta, les apremio para que entraran.
Y una vez en la habitación, ni siquiera le dio tiempo de reacción.
Le abordo por la espalda quitándole la camiseta con inquietud. Le giro sobre sus talones y prácticamente devoro los labios con violencia. Poniendo una mano sobre su espalda y la otra introduciéndola por dentro de pantalones y boxe para que no pudiera zafarse, lo guió a ciegas asta la cama donde, esta vez si, lo tubo y abordo en toda su plenitud.
Sus labios recorrían todo desnudo el torso. Se paraba en las zonas claves. Succionaba su muy endurecido pezones y mordía su ombligo.
El dolor empezaba a concentrarse en su pene, haciendo perdiera el concepto de tiempo y deseando recibir placer.
Levo una de sus manos a la bragueta del pantalón con sumo esfuerzo, puesto que tener al trenzudo encima dificultaba las cosas y empezó a intentar quitarse el pantalón. Tom se dio cuenta y de inmediato le retiro la mano.
– ¿Ya duele hermanito? - le dijo con una risita floja.
- Por favor Tommy.... - su tomo era bajo y suplicante, pero eso no hizo efecto alguno en Tom.
- Aun no, ya te lo dije, esta noche yo pongo las reglas
- Eres malo Tom – Esa voz melosa llego por detrás. - A propósito ¿que es todo esto?
Los chicos se levantaron para mirar. Vieron a Amara en rota interior con unas orejitas de gato sobre su corto y negro cabello, unos guantes largos y un cinturón que caía por su cintura el cual, por detrás, tenia una larga cola.
“Esta muy sexy” fue el pensamiento instantáneo de Bill. Vio como los ojos esmeraldas se clavaban en el, adivinando sus pensamientos y sacando una sonrisa.
– Es un disfraz. Pensé que te gustaría ponértelo.
- No es un disfraz, es medio disfraz, pero si me gusta. Se bien sexy ¿Verdad Billy?
No tubo mas remedio que sonreír ampliamente al comentario de su hermana.
– ¿Te gustan las gatitas Bill? - El mayor de ellos se rió por lo bajo.
- Tommy si la gata es ella, me encanta, igual que a ti.
- Pues tened cuidado. Las gatas son malas. Ellas arañan y muerden y cuando se enfadan se portan mal – Amara se acercaba a la cama despacio andado sensualmente y llevando sus manos escondida en la espalda.
- Ahh... y tu ¿eres igual?
- Umm... Juguemos – fue la escuálida respuesta de esta hacia Tom.
Se monto en la cama y tiro de el haciéndole rotar y quedando boca arriba en el centro de la cama. Por fin pudimos ver lo que traía escondido a su espalda. Unas esposas y una lazo ancho de seda.
– ¿Que vas a hacer con eso?- Pregunto.
- Jugar ¿que si no?
Llevo su mano asta el borde de las camisetas de Tom y tiro de ellas hacia arriba asta conseguir sacar el brazo izquierdo. Cogió su muñeca con suavidad y la envolvió con uno de los extremos de las esposas. La otra la coloco sobre un saliente del cabezal.
– ¿Confías en nosotros muñeco?- pregunto en apenas un susurro, en dirección a Tom. A esas alturas a los tres les había salido idénticas sonrisas de placer
- Por supuesto – contesto este enseguida.
- Bien. pues pase lo que pase no puedes ni tocarnos ni tocarte.
Amara puso la cinta a modo de venda sobre los ojos de Tom. Y hay empezó el juego.
Entre los dos desvistieron al que estaba indefenso, haciéndole caricias por todo su cuerpo y provocando que este gimiera cada vez mas alto. A los dos minutos de aquello, su erección ya notoriamente grande y sus placer había subido asta tal punto que lo que salía de su boca eran gritos. Mas de una vez intento llevar su mano asta su miembro para proporcionarse placer a si mismo pero se dieron cuanta y enseguida esa mano fue apartada.
A los diez minutos Tom se corrió solo, pero aun así su miembro no descendió, empezaba a casi suplicar porque alguien le hiciera algo. “Supongo que su dolor es descomunal” penso Bill pero su mente disfrutaba con la idea tan excitante que había tenido su hermana. “Amara” volvió a pensar. Era terrible cuando la dejaban tomar el control, que era casi siempre. Porque ella era su hermana pequeña, la mas consentida, mimada y caprichosa del mundo y aunque a Tom le costara reconocerlo los dos estaban hay para ella.
Un segundo mas tarde, sus pensamientos fueron interrumpidos por la persona pensada. Había ocupado todo Tom, subiéndose encima y sentándose sobre su estomago, atrapando la mano que a este le quedaba libre con una de sus rodillas. Dirigió sus manos asta donde se encontraba la venda de seda blanca que no le permitía a Tom disturbara lo que le iba a pasar y lenta, muy lentamente deshizo la mordaza.
- Sabéis algo – pregunto alternado la mirada entre Tom y Bill respectivamente.
- Si no lo cuentas, no, bebe – dijo Bill acercándose a ella de nuevo por la espalda y empezando a besar su cuello. Tom simplemente miraba sin entender nada de lo que estaba pasando.
- Pues que esto ya me aburre.
- ¿Y que me piensas hacer? ¿Mas sufrimiento? – su voz sonó realmente mal, estaba sufriendo.
Las risas de Amara resonaron en la habitación, y Bill se detuvo en seco puesto que eso sonaba asta un poco maléfica. En ese momento el se encontraba muy pegado a ella, sus brazos enredados en su cintura y su boca intentando quitar con bocados el fino tirante del sujetador.
Ella, sin decir nada llevo la mano libre de Tom asta si misma y anudo el suave largo rectángulo de tela, fuertemente en su muñeca y acto seguido se inclinados sobre su pobre gemelo; que en aquel momento solo parecía un mero muñeco de trapo, y lo ato al otro extremo del cabezal dejándolo sin posibilidad de defenderse.
En un segundo de descuido Amara se volteo hacia Bill y su boca fue demandada por la de la femina que la devoraba con verdadera hambre. Cuando paro, porque se estaban quedando sin aire, se percataron que el casi crucificado estaba con los ojos vidriosos y la cara empapada en lagrimas. Su cuerpo bañado en sudor, se pegaba a las sabanas de fino lino egipcio, como si están fuera una segunda piel. Su pecho bajaba y subía rápidamente, señal que su respiración era acelerada y su excitación muy fuerte. De su boca entreabierta se escapaba un casi imperceptible hilo de saliva, sus manos ansiaban las cadenas que lo mantenían inmóvil, entre sus puños cerrados con fuerzas y casi violencia y su mirada, clavada en los dos cuerpos que había delante suya, retorciendo y recorriendo su topografía el uno al otro.
Su melliza lo miro con una sonrisa realmente malvada y de forma totalmente sugerente y alegándose de Bill, para ponerse de pie encima de la cama, se empezó a pasar las manos por su cuerpo dejando a sus dedos repasaran todos los bordes de su ropa interior y acariciándose a sí misma; dejando que sus hermanos levantaran la cabeza y la mirasen embobados.
- ¿Os gusta lo que veis?- pregunto de forma traviesa, siendo cociente que dos par de ojos seguían sus movimientos. Los dueños de los mismos solo supieron asentir con un leve movimiento de cabeza.
Poco a poco, sus manos y cuerpo se fueron movido rítmicamente para exponer mas y mas trozos de su suave y blanca piel y sus espectadores hacían mas ruidos fuertes pero se mantenían quietos; clavados en su sitio tal y como ellas los había dejado, simplemente mirando, mientras ella continuaba con su sensual danza.
Cuando ya no quedaba nada de tela que se interpusiera entre la vista y el cuerpo desnudo y expuesto, Amara se acerco al pobre de Tom y se estiro sobre el, dejando que su miembro se rozase con su entrada trasera y al mismo tiempo pasando sus manos suavemente por la tableta de chocolate que tanto la deleitaba. Sus labios, lengua y dientes se clavaron en el cuello haciendo que de la boca del mordido saliera un gruñido de dolor que pronto se convirtió en deleite; y que de la garganta, del único observador que quedaba encima de esa cama, se escara un gran gemido bastante escandaloso. Al escuchar esto ultimo, se dio la vuelta y miro a su rastirudo que en eso momentos se encontraba con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia a tras. Sus piernas dobladas y debajo se si mismo con sus largos brazos en medio escondía su mas que gran elección y su boca abierta por completo dejaba escapar todo tipos de sonidos. Riendo por lo bajo, se acerco al lóbulo de la oreja del torturado, y lo lamió y beso como si su vida fuese en ello, haciendo que su cuerpo empezara a temblar desconsoladamente. Viendo que sus hermanos ya estaban demasiado mal y que ella ni si quiera había llegado al punto medio de su excitación, giro su cabeza y casi en susurro le dijo a su “esclavo”
- Creo que me iré. A investigar un poco mas las cosas del cuarto, haber si encuentro algo mas divertido para jugar porque ya me canse de esto también, Mientras tanto, no temas, porque creo Bill que esta deseado que alguien lo haga suyo. - Bajo lentamente y dio un húmedo beso en miembro varonil, que asta aquel precio instante estaba palpitando con fuerza en su trasero.
Se dirigió a su otro hermano y le dijo que desatara al pobre sometido y que disfrutara en su ausencia. Lo mordió a el también fuertemente en su hombro Y desapareció.
- ¿Como tiene ese poder sobre nosotros Tommy? – digo este sentándose a horcadas sobre su hermano, que lo miraba con cara de deseo salvaje.
- Bill, en serio, no creo que será hora de preguntar eso.- Su voz sonó ronca y apremiante.
- ¿A no? Y entonces ¿Qué se supone que debo hacer?- Dijo divertido, meneando su culito sobre el miembro de su hermano.
- Desatarme, ahora.
- ¿Eso es una orden?
- ¿Quieres que lo sea?
Obedientemente Bill se deslizo hacia delante y libero a su gemelo. Este ni si quiera espero a que sus grilletes improvisados salieran de sus muñecas, rodeo al frágil cuerpo que tenia encima suyo y rodó sobre si mismo para dejarlo debajo.
- Te as portado fatal
- Y ¿Qué aras?
- Te castigare.
- ¿Cómo?
No contesto, simplemente metió bruscamente unos de sus dedos por la entrada de Bill. Ni si quiera lo lubrico con saliva antes, haciendo que este arqueara su espalda y estirase todo su cuerpo.
- Veo que no necesita mas preparación, ella lo hizo bien.
De nuevo solo gestos.
Bill agarro con fuerza las sabanas debajo suyo con una mano y la otra la sitúo justo en la nuca de su igual. Sus piernas casi por inercia se enroscaron en la cadera de su reflejo, su cabeza de nuevo hacia atrás, sus ojos cerrados como antes y se sintió sin fuerzas para continuar. Solo deseaba una cosa. Solo deseaba tener a su preciado tesoro dentro de el.
- Porfa.. vor.. To… Tom…………………… - dijo en entre jaleos.
No se hizo derogar. Tomo su pene entre sus manos y sin ningún miramiento lo introdujo dentro de Bill. Su estocada fue profunda y dolorosa, pero a ambos les izo soltar un grito de puro placer.
Saco su parte por completo del interior del pequeño Kaulitz y se preparo para penetrarlo de nuevo. Esta segundo entrada fue mas fácil que la anterior y mucho, pero mucho mas satisfactoria.
Bill sabedor que su hermano no aguantaría mucho mas, empezó a masturbarse a el mismo, solo para llegar al punto juntos, o mejor dicho junto aquel que le provocaba la mas intensa de las locuras. Aunque no le haca demasiada falta, puesto que solo con los sonidos, un tanto incompresibles en aquel momento, que salían de su compañero y su cara, que logra ver solo cuando tenia la suficiente fuerza para abrir los ojos un instante, era mas que suficiente.
Pronto, el ritmo se torno frenético. El bai-ben de las entradas y salidas de Tom del pequeño y frágil cuerpo que tenia debajo, parecía un terremoto. Bill, aceleraba cada vez mas su mano, marcando en su propio pene la perfecta sinfonía que Tom le estaba tocando a el.
La habitación quedo impregnada de gritos, quejidos, suspiros y gemidos de deleite. El olor a sexo se hacia cada vez mas intenso y los protagonistas de aquella escena, si dijeran que esa noche no disfrutaron, mentirían.
Cuando estaba en su máximo apogeo, con el ritmo intensificado, de ambos hermanos salió un “te amo” y la mismo tiempo los dos llegaron al clímax. Sus cuerpos, no sabiendo bien si encogerse o estirare, parecio que sus sentidos se desconectaban de sus celebro para mejorar todo aquel placer y quedaron sumergido en un mundo perfecto, lleno de paz y tranquilidad, donde solo existía felicidad en su mas puro estado.
Bill se estremeció al sentir el caliente liquido que su hermano expulsaba en su interior y Tom en el intento de no quedarse atrás tembló al sentir la misma sensación pero sobre su estomago y pelvis.
Se quedaron agotados. Sus cuerpos, cayeron sin fuerzas, dando un sonido sordo, el un sobre el otro, parecían pesos muertos.
Se escucho un sonoro paf amortiguado, seguido de un crujido que sonó realmente mal y……………………………………
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡PUM!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
(Desde Amara)
Por su lado Amara se encontraba en el baño, no pudo hacer otra cosa al escuchar lo que pasaba en el espacio contiguo, que encender el lujoso jakusi, y meterse dentro para satisfacer ella misma sus necesidades.
Cuando escucho ese ruido, que resonó, como eco dentro de una cueva, por todo rincón, se asusto pensando en lo que había pasado, así que apresurada y sin prestar atención a lo que hacia, cogió el primer albornoz que se encontró y salió por la puerta. Y lo que se encontró fue………………………………………
(Desde Bill)
Un rechinar que venia de una puerta a un lado de la suiter les izo levantar la vista. Y hay apareció ella, vestida con un albornoz corto, las gotas de agua le resbalaban por sus piernas y su pelo sujetos con ganchillos. Los miro y estallo en risas.
“Normal” penso y se unió a ellas. Si alguien mas los hubiera visto así, también lo hubiera echo.
La cama se había roto de la parte izquierda. Tom rodó y callo desparramado boca arriba en le frío suelo, enseñando todo su cuerpo, miraba con cara de muy pocos amigos a ambos hermanos que se reían con descaro.
- Asta aquí llego esto….
- Jajajaja…… ¿Como esto?
- Me visto y me vo….
No le dio tiempo a terminar cuando “Sex” empezó a sonar del principio de la habitación. Los tres miraron hacia allá y Amara avanzo sabiendo que era su móvil. Había llegado un msn.
Y no se equivoco.
Lo abrió.
No pudo creer lo que veía.
Imposible.
Luego callo desmayada.
*BMG: Es marca de un diseñador estadounidense poco conocido pero utilizado por la alta sociedad. El vestido que se menciona es este => http://www.mundochica.com/wp-content/uploads/2008/06/vestido-cocktail.jpg
Pos nada de nuevo solo para ti, perdon con la tardanza ^^
(Narra Bill)
Excitado, esa la palabra que mas lo definía en esos momentos.
Vale; a esas alturas ya sabia de que iba la “fiesta” de su hermano. Con sus acciones se lo estaba dejando bien claro.
Delante suya estaba viendo el único espectáculo que hacia que se sintiera como si estuviera en el mismísimo centro de la tierra, bañado en magma.
Las células de su piel se estremecían y vibraba, mandando impulsos eléctricos por todo su cuerpo, con la erótica escena que le estaban brindado sus hermanos.
Tom y Amara estaban explorándose la boca mutuamente, con movimientos salvajes.
Desde su posición podía ver a la perfección la alocada danza de sus lenguas.
Su “Tommy” ya se había dejado llevar por el primer pecado capital y sus manos recorrían con pura ansia toda la perfecta anatomía de Amara. El fabuloso BMG* blanco y negro que Amara llevaba puesto, había quedado subido asta la cintura dejaba ver el perfecto trasero adornado por una fina lencería de encaje.
Cuando se estaba fijando en el tatuaje que ella tenia en la cadera derecha, el mayor rompió el contacto y se giro hacia el, para interrumpir su atontamiento.
– ¿Bill? ¿Puedes venir aquí y ayudarme a encontrar la cremallera? - digo con voz claramente ahogada.
- ¿Que?- Replico Amara, enfadada
- Esta bien, pues entonces dime tu donde esta o no, mejor, quítatelo tu misma. - Dijo volviendo a su trabajo pero esta vez en su cuello y hombro y escote y..... cualquier parte de piel que pudiese encontrar.
- No pienso quitarme el vestido Tom.
- Un momento - dice otra vez, separándose- que te quede bien claro, que os quiere bien claro a los dos – de nuevo se dirige al pelinegro – esta es mi fiesta por tanto yo mando.
- Bueno Tom, eso nadie lo niega. Pero no podemos dejar desnuda a nuestra hermanita en mitad del ascensor ¿No crees? - dijo este, dirigiéndose hacia la chica.
La abrazo por la espalda, pegándose a ella, haciendo que sus cuerpos quedase unidos. Las manos volaron por su cadera, descendiendo por su cintura y acariciando su plano vientre, marcando así sus perfectas curvas y llegaron asta el borde de su ropa interior donde las escondió dentro. Sus ojos y los de Amara estaban puestos en la mirada de Tom. Este a su vez tenia toda su atención en la escena.
– Sin embrago – volvió a hablar – creo que ella puede prescindir de esto ahora mismo.
Tiro suavemente de la tela hacia abajo, haciendo que descendiera poco a poco por sus piernas pero... justo cuando estaba a punto de dejar ver lo que Tom quería; el timbre del ascensor sonó, y la perfecta atmósfera se rompió.
– Mierda – fue la frustrada y rápida respuesta que salió de su hermano, mientras se giraba y ellos se separaban, arreglando lo mejor posible la ropa desordenada.
- Dentro, nene- dijo ella, pasando por su lado al salir del pequeño espacio y haciéndole un roce con su mano sobre sus parte intimas que hizo que soltase un pequeñísimo gemido y Bill se riera.
Avanzo deprisa por el pasillo siguiendo a Tom. Cuando llegaron y les abrió la puerta, les apremio para que entraran.
Y una vez en la habitación, ni siquiera le dio tiempo de reacción.
Le abordo por la espalda quitándole la camiseta con inquietud. Le giro sobre sus talones y prácticamente devoro los labios con violencia. Poniendo una mano sobre su espalda y la otra introduciéndola por dentro de pantalones y boxe para que no pudiera zafarse, lo guió a ciegas asta la cama donde, esta vez si, lo tubo y abordo en toda su plenitud.
Sus labios recorrían todo desnudo el torso. Se paraba en las zonas claves. Succionaba su muy endurecido pezones y mordía su ombligo.
El dolor empezaba a concentrarse en su pene, haciendo perdiera el concepto de tiempo y deseando recibir placer.
Levo una de sus manos a la bragueta del pantalón con sumo esfuerzo, puesto que tener al trenzudo encima dificultaba las cosas y empezó a intentar quitarse el pantalón. Tom se dio cuenta y de inmediato le retiro la mano.
– ¿Ya duele hermanito? - le dijo con una risita floja.
- Por favor Tommy.... - su tomo era bajo y suplicante, pero eso no hizo efecto alguno en Tom.
- Aun no, ya te lo dije, esta noche yo pongo las reglas
- Eres malo Tom – Esa voz melosa llego por detrás. - A propósito ¿que es todo esto?
Los chicos se levantaron para mirar. Vieron a Amara en rota interior con unas orejitas de gato sobre su corto y negro cabello, unos guantes largos y un cinturón que caía por su cintura el cual, por detrás, tenia una larga cola.
“Esta muy sexy” fue el pensamiento instantáneo de Bill. Vio como los ojos esmeraldas se clavaban en el, adivinando sus pensamientos y sacando una sonrisa.
– Es un disfraz. Pensé que te gustaría ponértelo.
- No es un disfraz, es medio disfraz, pero si me gusta. Se bien sexy ¿Verdad Billy?
No tubo mas remedio que sonreír ampliamente al comentario de su hermana.
– ¿Te gustan las gatitas Bill? - El mayor de ellos se rió por lo bajo.
- Tommy si la gata es ella, me encanta, igual que a ti.
- Pues tened cuidado. Las gatas son malas. Ellas arañan y muerden y cuando se enfadan se portan mal – Amara se acercaba a la cama despacio andado sensualmente y llevando sus manos escondida en la espalda.
- Ahh... y tu ¿eres igual?
- Umm... Juguemos – fue la escuálida respuesta de esta hacia Tom.
Se monto en la cama y tiro de el haciéndole rotar y quedando boca arriba en el centro de la cama. Por fin pudimos ver lo que traía escondido a su espalda. Unas esposas y una lazo ancho de seda.
– ¿Que vas a hacer con eso?- Pregunto.
- Jugar ¿que si no?
Llevo su mano asta el borde de las camisetas de Tom y tiro de ellas hacia arriba asta conseguir sacar el brazo izquierdo. Cogió su muñeca con suavidad y la envolvió con uno de los extremos de las esposas. La otra la coloco sobre un saliente del cabezal.
– ¿Confías en nosotros muñeco?- pregunto en apenas un susurro, en dirección a Tom. A esas alturas a los tres les había salido idénticas sonrisas de placer
- Por supuesto – contesto este enseguida.
- Bien. pues pase lo que pase no puedes ni tocarnos ni tocarte.
Amara puso la cinta a modo de venda sobre los ojos de Tom. Y hay empezó el juego.
Entre los dos desvistieron al que estaba indefenso, haciéndole caricias por todo su cuerpo y provocando que este gimiera cada vez mas alto. A los dos minutos de aquello, su erección ya notoriamente grande y sus placer había subido asta tal punto que lo que salía de su boca eran gritos. Mas de una vez intento llevar su mano asta su miembro para proporcionarse placer a si mismo pero se dieron cuanta y enseguida esa mano fue apartada.
A los diez minutos Tom se corrió solo, pero aun así su miembro no descendió, empezaba a casi suplicar porque alguien le hiciera algo. “Supongo que su dolor es descomunal” penso Bill pero su mente disfrutaba con la idea tan excitante que había tenido su hermana. “Amara” volvió a pensar. Era terrible cuando la dejaban tomar el control, que era casi siempre. Porque ella era su hermana pequeña, la mas consentida, mimada y caprichosa del mundo y aunque a Tom le costara reconocerlo los dos estaban hay para ella.
Un segundo mas tarde, sus pensamientos fueron interrumpidos por la persona pensada. Había ocupado todo Tom, subiéndose encima y sentándose sobre su estomago, atrapando la mano que a este le quedaba libre con una de sus rodillas. Dirigió sus manos asta donde se encontraba la venda de seda blanca que no le permitía a Tom disturbara lo que le iba a pasar y lenta, muy lentamente deshizo la mordaza.
- Sabéis algo – pregunto alternado la mirada entre Tom y Bill respectivamente.
- Si no lo cuentas, no, bebe – dijo Bill acercándose a ella de nuevo por la espalda y empezando a besar su cuello. Tom simplemente miraba sin entender nada de lo que estaba pasando.
- Pues que esto ya me aburre.
- ¿Y que me piensas hacer? ¿Mas sufrimiento? – su voz sonó realmente mal, estaba sufriendo.
Las risas de Amara resonaron en la habitación, y Bill se detuvo en seco puesto que eso sonaba asta un poco maléfica. En ese momento el se encontraba muy pegado a ella, sus brazos enredados en su cintura y su boca intentando quitar con bocados el fino tirante del sujetador.
Ella, sin decir nada llevo la mano libre de Tom asta si misma y anudo el suave largo rectángulo de tela, fuertemente en su muñeca y acto seguido se inclinados sobre su pobre gemelo; que en aquel momento solo parecía un mero muñeco de trapo, y lo ato al otro extremo del cabezal dejándolo sin posibilidad de defenderse.
En un segundo de descuido Amara se volteo hacia Bill y su boca fue demandada por la de la femina que la devoraba con verdadera hambre. Cuando paro, porque se estaban quedando sin aire, se percataron que el casi crucificado estaba con los ojos vidriosos y la cara empapada en lagrimas. Su cuerpo bañado en sudor, se pegaba a las sabanas de fino lino egipcio, como si están fuera una segunda piel. Su pecho bajaba y subía rápidamente, señal que su respiración era acelerada y su excitación muy fuerte. De su boca entreabierta se escapaba un casi imperceptible hilo de saliva, sus manos ansiaban las cadenas que lo mantenían inmóvil, entre sus puños cerrados con fuerzas y casi violencia y su mirada, clavada en los dos cuerpos que había delante suya, retorciendo y recorriendo su topografía el uno al otro.
Su melliza lo miro con una sonrisa realmente malvada y de forma totalmente sugerente y alegándose de Bill, para ponerse de pie encima de la cama, se empezó a pasar las manos por su cuerpo dejando a sus dedos repasaran todos los bordes de su ropa interior y acariciándose a sí misma; dejando que sus hermanos levantaran la cabeza y la mirasen embobados.
- ¿Os gusta lo que veis?- pregunto de forma traviesa, siendo cociente que dos par de ojos seguían sus movimientos. Los dueños de los mismos solo supieron asentir con un leve movimiento de cabeza.
Poco a poco, sus manos y cuerpo se fueron movido rítmicamente para exponer mas y mas trozos de su suave y blanca piel y sus espectadores hacían mas ruidos fuertes pero se mantenían quietos; clavados en su sitio tal y como ellas los había dejado, simplemente mirando, mientras ella continuaba con su sensual danza.
Cuando ya no quedaba nada de tela que se interpusiera entre la vista y el cuerpo desnudo y expuesto, Amara se acerco al pobre de Tom y se estiro sobre el, dejando que su miembro se rozase con su entrada trasera y al mismo tiempo pasando sus manos suavemente por la tableta de chocolate que tanto la deleitaba. Sus labios, lengua y dientes se clavaron en el cuello haciendo que de la boca del mordido saliera un gruñido de dolor que pronto se convirtió en deleite; y que de la garganta, del único observador que quedaba encima de esa cama, se escara un gran gemido bastante escandaloso. Al escuchar esto ultimo, se dio la vuelta y miro a su rastirudo que en eso momentos se encontraba con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia a tras. Sus piernas dobladas y debajo se si mismo con sus largos brazos en medio escondía su mas que gran elección y su boca abierta por completo dejaba escapar todo tipos de sonidos. Riendo por lo bajo, se acerco al lóbulo de la oreja del torturado, y lo lamió y beso como si su vida fuese en ello, haciendo que su cuerpo empezara a temblar desconsoladamente. Viendo que sus hermanos ya estaban demasiado mal y que ella ni si quiera había llegado al punto medio de su excitación, giro su cabeza y casi en susurro le dijo a su “esclavo”
- Creo que me iré. A investigar un poco mas las cosas del cuarto, haber si encuentro algo mas divertido para jugar porque ya me canse de esto también, Mientras tanto, no temas, porque creo Bill que esta deseado que alguien lo haga suyo. - Bajo lentamente y dio un húmedo beso en miembro varonil, que asta aquel precio instante estaba palpitando con fuerza en su trasero.
Se dirigió a su otro hermano y le dijo que desatara al pobre sometido y que disfrutara en su ausencia. Lo mordió a el también fuertemente en su hombro Y desapareció.
- ¿Como tiene ese poder sobre nosotros Tommy? – digo este sentándose a horcadas sobre su hermano, que lo miraba con cara de deseo salvaje.
- Bill, en serio, no creo que será hora de preguntar eso.- Su voz sonó ronca y apremiante.
- ¿A no? Y entonces ¿Qué se supone que debo hacer?- Dijo divertido, meneando su culito sobre el miembro de su hermano.
- Desatarme, ahora.
- ¿Eso es una orden?
- ¿Quieres que lo sea?
Obedientemente Bill se deslizo hacia delante y libero a su gemelo. Este ni si quiera espero a que sus grilletes improvisados salieran de sus muñecas, rodeo al frágil cuerpo que tenia encima suyo y rodó sobre si mismo para dejarlo debajo.
- Te as portado fatal
- Y ¿Qué aras?
- Te castigare.
- ¿Cómo?
No contesto, simplemente metió bruscamente unos de sus dedos por la entrada de Bill. Ni si quiera lo lubrico con saliva antes, haciendo que este arqueara su espalda y estirase todo su cuerpo.
- Veo que no necesita mas preparación, ella lo hizo bien.
De nuevo solo gestos.
Bill agarro con fuerza las sabanas debajo suyo con una mano y la otra la sitúo justo en la nuca de su igual. Sus piernas casi por inercia se enroscaron en la cadera de su reflejo, su cabeza de nuevo hacia atrás, sus ojos cerrados como antes y se sintió sin fuerzas para continuar. Solo deseaba una cosa. Solo deseaba tener a su preciado tesoro dentro de el.
- Porfa.. vor.. To… Tom…………………… - dijo en entre jaleos.
No se hizo derogar. Tomo su pene entre sus manos y sin ningún miramiento lo introdujo dentro de Bill. Su estocada fue profunda y dolorosa, pero a ambos les izo soltar un grito de puro placer.
Saco su parte por completo del interior del pequeño Kaulitz y se preparo para penetrarlo de nuevo. Esta segundo entrada fue mas fácil que la anterior y mucho, pero mucho mas satisfactoria.
Bill sabedor que su hermano no aguantaría mucho mas, empezó a masturbarse a el mismo, solo para llegar al punto juntos, o mejor dicho junto aquel que le provocaba la mas intensa de las locuras. Aunque no le haca demasiada falta, puesto que solo con los sonidos, un tanto incompresibles en aquel momento, que salían de su compañero y su cara, que logra ver solo cuando tenia la suficiente fuerza para abrir los ojos un instante, era mas que suficiente.
Pronto, el ritmo se torno frenético. El bai-ben de las entradas y salidas de Tom del pequeño y frágil cuerpo que tenia debajo, parecía un terremoto. Bill, aceleraba cada vez mas su mano, marcando en su propio pene la perfecta sinfonía que Tom le estaba tocando a el.
La habitación quedo impregnada de gritos, quejidos, suspiros y gemidos de deleite. El olor a sexo se hacia cada vez mas intenso y los protagonistas de aquella escena, si dijeran que esa noche no disfrutaron, mentirían.
Cuando estaba en su máximo apogeo, con el ritmo intensificado, de ambos hermanos salió un “te amo” y la mismo tiempo los dos llegaron al clímax. Sus cuerpos, no sabiendo bien si encogerse o estirare, parecio que sus sentidos se desconectaban de sus celebro para mejorar todo aquel placer y quedaron sumergido en un mundo perfecto, lleno de paz y tranquilidad, donde solo existía felicidad en su mas puro estado.
Bill se estremeció al sentir el caliente liquido que su hermano expulsaba en su interior y Tom en el intento de no quedarse atrás tembló al sentir la misma sensación pero sobre su estomago y pelvis.
Se quedaron agotados. Sus cuerpos, cayeron sin fuerzas, dando un sonido sordo, el un sobre el otro, parecían pesos muertos.
Se escucho un sonoro paf amortiguado, seguido de un crujido que sonó realmente mal y……………………………………
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡PUM!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
(Desde Amara)
Por su lado Amara se encontraba en el baño, no pudo hacer otra cosa al escuchar lo que pasaba en el espacio contiguo, que encender el lujoso jakusi, y meterse dentro para satisfacer ella misma sus necesidades.
Cuando escucho ese ruido, que resonó, como eco dentro de una cueva, por todo rincón, se asusto pensando en lo que había pasado, así que apresurada y sin prestar atención a lo que hacia, cogió el primer albornoz que se encontró y salió por la puerta. Y lo que se encontró fue………………………………………
(Desde Bill)
Un rechinar que venia de una puerta a un lado de la suiter les izo levantar la vista. Y hay apareció ella, vestida con un albornoz corto, las gotas de agua le resbalaban por sus piernas y su pelo sujetos con ganchillos. Los miro y estallo en risas.
“Normal” penso y se unió a ellas. Si alguien mas los hubiera visto así, también lo hubiera echo.
La cama se había roto de la parte izquierda. Tom rodó y callo desparramado boca arriba en le frío suelo, enseñando todo su cuerpo, miraba con cara de muy pocos amigos a ambos hermanos que se reían con descaro.
- Asta aquí llego esto….
- Jajajaja…… ¿Como esto?
- Me visto y me vo….
No le dio tiempo a terminar cuando “Sex” empezó a sonar del principio de la habitación. Los tres miraron hacia allá y Amara avanzo sabiendo que era su móvil. Había llegado un msn.
Y no se equivoco.
Lo abrió.
No pudo creer lo que veía.
Imposible.
Luego callo desmayada.
*BMG: Es marca de un diseñador estadounidense poco conocido pero utilizado por la alta sociedad. El vestido que se menciona es este => http://www.mundochica.com/wp-content/uploads/2008/06/vestido-cocktail.jpg
Pos nada de nuevo solo para ti, perdon con la tardanza ^^
Mimi.Kaulitz- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 22/02/2010
Re: Fic Twc SECRETO PROBIDOS
dios que capitulo tan HOT, me ha encantado
en serio, depues de leer estos capis mejor que no me encontrara con Bill o Tom, porque no se que les haria muahaha
me ha encantado, es genial^^
un besoteee
klaire's- Admin
- Mensajes : 128
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Edad : 31
Localización : Kaulitzlandia
Re: Fic Twc SECRETO PROBIDOS
A POR EL MEDICO
(Amara)
Todo estaba borroso.
La luz le molestaba, le da va de frente.
Se froto los ojos cuidadosamente y los habría procurando no mirar hacia el foco blanco incandescente.
Se encontró en una habitación desconocida. ¿Cómo había llegado asta allí?
Miro hacia los lados, paredes blancas, puerta blanca, un gran ventanal en la pared del fondo que estaba medio escondido por una cortina blanca, semi trasparente.
Se incorporo suavemente, cerrando los ojos, se sentía mareada. Se había desmayado pero ¿Por que? ¿Qué era lo ultimo que recordaba? ¿El móvil? ¿vio algo en la pantalla? No, eso no era posible seguramente habría sido parte del sueño que había tenido, pero había sido demasiado real ¿no?.
En ese momento noto una suspensión de su cuerpo y se puso de lado, aun con sus ojos fuertemente apretados, para poder sentarse en el borde de la cama. Se sorprendió cuando noto que sus pies no rozaban nada, Abrió los ojos, el suelo estaba lejos. La cama donde estaba era alta. Miro con sumo cuidado de no caerse hacia abajo, y voy barrotes y una especie de baranda. Enseguida se le vino a la mente que era aquello, una camilla. Estaba montada en una camilla. Estaba entonces ¿En una enfermería? ¿En la enfermería del hotel? O estaba ¿en un hospital? ¿Sus hermanos habían sido tan dramáticos con solo un pequeños desvanecimiento? Pero un momento ¿Ella estaba vestida cuando se desmayo? No ella…. Ella acaba de salir del baño ¿Cierto? entonces ¿Qué hacia vestida?.
Vale todo era confuso, Las preguntas sin respuestas se agolparon en su mente, pero entonces algo sucedió.
La puerta de su espalda se habría y por ella aprecio un doctor, o eso le aprecio, que llevaba una bata blanca, por supuesto y uno de esos chismes que todo medico lleva al cuello para oír los latidos del corazón de las personas.
- Señorita Kaulitz, me temo que no es buena idea que se incorpore tan pronto, se podría desmayar de nuevo.
- No, no, no, ya me encuentro mejor pero dígame… ¿Dónde estoy exactamente? ¿Dónde están Tom y Bill? ¿Quién es usted? ¿Qué hago aquí? ¿Qué me paso?- Su nivel de ansiedad crecía por segundos, ella lo noto y el doctor también.
- Tranquilícese, en ese estado es mejor que no se altere. Sus hermanos la están esperando afuera en la salita de recepción. Yo soy el Doctor Abendroth, y usted esta en la enfermería del hotel The Regent Berlin. Por lo que me contaron; usted sé desmaño en el baño. Sus hermanos la trajeron aquí de inmediato.
- Pero ya me pudo ir ¿No?
- Si, si claro pero antes me gustaría hacerle un pequeño reconocimiento para asegurarme que esta bien realmente.
- Pero quiero ver a mis hermanos YA. – esto salió mas fuerte de lo que debía, El hombre enfrente de ella puso cara de sorpresa.
- Esta bien como lo desee. ¿Coria?- Su voz salió asustada, pero autoritaria.
De inmediato una chica rubia, de ojos claros y cabello corto vestida con uniforme blanco ”Como para ser de otra manera” penso, se asomo a la puerta y se puso a la orden del medico.
- Coria por favor salga fuera y haga pasar a los hermanos de la señorita.
- Si doctor – Dijo Coria con una sonrisa malévola, enseguida se noto que estaba deseando cruzarse con los gemelos.
(Tom)
Estabamos preocupados los dos.
Fue tan extraño lo que paso. Amara miro su móvil y callo al suelo sin mas. Bill apenas llego a tiempo para evitar que se golpeara la cabeza contra el suelo o la pata del sillón.
Fue como si lo que hubiese visto le hubiese impactado de tal manera que fue demasiado para su celebro.
“Me estas poniendo de los nervios” Eso era el pensamiento recurrente de Tom. Bill no paraba de dar vueltas de un punto a otro, y el, apoyado en la pared y con la cabeza girada hacia el suelo, no paraba de seguirle cada paso que daba.
- ¿Quieres para ya?
- No Tom. No quiero. Esta es mi manera de tranquilizarme, lo sabes.
- ¿Desde cuando? En los conciertos no haces eso.
- En los conciertos no es este tipo nerv………
No le dio tiempo a terminar, quedo interrumpido por una chica que salía de dentro de la enfermería, un poco mas mayor que ellos, vestida con un uniforme de enfermera blanco, llevaba una sonrisa coqueta pintada en su cara. Era atractiva. Se dirigió a Tom.
- El doctor dice que, si lo desean, pueden pasar ya.
- Gracias – la seca respuesta de Bill, al pasar por su lado casi empujándola.
- Pero que mal educado es tu hermano ¿No? Me empuja y no pide ni perdón. – Mirando del punto donde había desaparecido Bill asta donde Tom se hallaba.
- Oye mira “muñeca” No me gusto nada de lo que dijiste. Que sepas que en cuento salga de aquí iré personalmente al director del hotel a dar quejas sobre ti. – Se dirigió a la puerta pero justo antes de cruzarla, se volteo y poniendo cara de malo, añadió a su frase. – Y créeme estas buena, - miro de abajo a arriba a la enfermera y a ella se le iluminaron los ojos, dejando atrás las ganas de llorar – Pero no deberías creértelo tanto, jamas hubiese follado contigo.
Se dio la vuelta y se escabullo por la puerta perdiéndose dentro de la enfermería. Escuchando a lo lejos los sollozos de la joven. La había herido en su ego mas profundo. Lo sabia. Eso era lo que pretendía.
(Bill)
Vio aparecer a su gemelo por la puerta. Traía a puesta su sonrisa de trastada. “¿Que habrá echo ahora?” Escucho un sonido extraño, amortiguado, Vio como este iba directo a su hermanita querida y la abrazaba, tal y como lo había echo el y como se ponía a su lado. Escudriñando al medico con su mirada, moviendo inconscientemente su piercing, con cara malévola, estaba de mal humor, seria mejor no hacer nada que le molestase, “¿Qué dices? Será mejor que ese no haga nada que le moleste, no yo o Amara” Miro al doctor. Este se movía sigilosamente por la sala, cogiendo y soltando aparatos, parecía buscar algo.
- Bien señorita Kaulitz, ya vio usted a sus hermanos. Ahora si no les importa señores Kaulitz, déjenos solo, necesito asegurarme que todo esta bien- Se inclino sobre una estantería- Ahh…. Aquí esta.
- No, Ellos se quedan.
- Perdone señorita ¿Cómo dice?- en su cara se hizo patente la sorpresa.
- Mis hermanos se quedan.
- Disculpe mi insistencia pero puede ser que se tenga que desnudar No querrá que ellos la vena así ¿verdad? – Sonó con picardía, sonreía con picardía, dirección a Amara.
- Mis hermanos me vieron desnuda cientos de veces – Noto como el doctor se quedaba pálido antes sus palabras – Soy nudista doctor, no saque a relucir la parte pervertida que todos llevamos dentro.
- Aun así, debo insistir señorita. –esta vez su tono era bajo, casi un susurro y su rostro había adquirido un tono demasiado rojo para ser normal.
- ¿No oyó? Nos quedamos – Tom hablo desafiante, retándolo.
- Esta………… esta bien……… como lo quieran……… Y ahora por favor extienda el brazo, quiero tomarle la tensión. Ustedes dos se pueden sentar allí al otro lado de mampara, en mi escritorio.
Los dos gemelos se sentaron uno al lado del otro, y enseguida a Bill se le ocurrió una idea poner histérico al doctor. Ahora que había comprobado que Amara estaba bien, ya no le hacia ninguna falta. Además había notado de la manera que la miraba. La deseaba esta seguro, eso no le gustaba. Aprovecharía que Tom, gastaba mucho genio en esos momentos, para alegarlo de ella. Se inclino sobre Tom y le susurro en su oído.
- Tommy, cari, ¿me escuchas?
- Si, claro que te escucho Bill ¿Qué quieres? – Mismo tomo de secreto, su mirada seguía clavada sobre el biombo.
- ¿As visto como ese tipo miraba a Amara? – esta vez logro atraer su atención.
- ¿De que me estas hablando?
- Lo he visto, la miraba como si la quisiera devorar.
- Ese tio es imbécil.
- Tommy si lo alegas, te recompenso en casa.
No hizo falta nada mas que aquello para que Tom se pusiera en pie y con paso decidido fuera asta donde se encontraba su melliza y el doctor. Bill se pus en pie detrás de el y lo siguió cual niño travieso.
Cuando llegaron le sonrieron a Amara, y ella se lo devolvió. Y Tom empezó a increpar.
- ¿Qué le esta haciendo a mi hermana? – Pregunto con tono malhumorado.
- Solo le mido la tensión. – Respondió el hombre, cohibido.
- Eso tiene pinta de doler ¿te duele preciosa? – Pregunto haciéndole una caricia en le rostro a Amara
- No esta bien Tommy, solo un poco de presión, nada mas.
- Esta bien, peor si te hace algo que duela me lo dices de inmediato.
Amara asintió con su cabeza, feliz. Cruzo una mirada con Bill, que seguía callado observando lo que ocurría, desde un segundo plano, jugando con su piercing de la lengua. Enseguida capto lo que pasaba “Niña inteligente” penso Bill. Y miro a Tom que proseguía incordiando. Esta vez tenia un aparato extraño en la mano.
- ¿Qué es esto? – Pregunto en dirección al doctor.
- Es un termómetro.
- ¿Un termómetro? Y donde se pone ¿En el culo? – Levanto al vista al escuchar la risas ahogadas de sus hermanos.
- No señor Kaulitz, El termómetro se introduce en el oído y mide instantáneamente la temperatura del cuerpo.
- Ahh……… como ¿Asi? – Dijo llevándoselo a su propia oreja y pegándosela. Evidentemente haciéndose el tonto para irritar al doctor.
- No señor Kaulitz, así No, Por favor suéltelo de donde lo cogió. – La voz del medico sonó……… “sonó medio enfadada” Y Bill río ante ese pensamiento , a carcajada limpia.
- Seños Kaulitz ¿Seria usted tan amable de bajar la voz? Por si no se dio cuenta estamos en mitad de una enfermería. - estaba apretando los dientes, mirando a Bill, quitándole el termómetro de las manos a Tom.
- Perdón doctor, lo siento. No volverá a ocurrir.- Su voz fue de risa ahogada.
Tom por su parte seguía cogiendo cosas y rotandolas entre sus manitas.
- Bien señorita Kaulitz, ahora se escoltare el pecho, para saber con mayor seguridad si sus constantes se tranquilizaron.
El doctor se dirigió a Amara para subirle la camiseta, Para poder escuchar le latido del corazón. “mal echo doctor” Fue el pensamiento que cruzo la mente de Bill. Tom se estaba fijando en ese movimiento y enseguida se puso a la defensiva.
- ¿Pero que se cree que esta haciendo?
- Solo le voy a ocultar el pecho a su hermana, señor Kaulitz.
- A Amara ningún tio le toca el pecho si ella no quiere ¿lo entiende?- “Ese compartimento esta bien Tommy El esta empezando a llenarse de furia” Bill se lo estaba pasando en grande.
- Señorita Kaulitz ¿le importa si le oculto?
- No esta bien. Tommy No pasa nada. – Se le escapo una risita.
- Gracias
Al ponerle el fonendoscopio en el pecho Amara hizo un movimiento extraño que altero a Tom.
- ¿Que te pasa princesa? – Dijo este acercándose a ella.
- Esta muy frío.
- Se acabo asta aquí. Nos vamos ahora mismo. Mi hermana no tiene que soportar esto.
- Ahhh………… ¿Su hermana? ¿Su hermana? Y a mi ¿Queme dice? ¿Yo si tengo que soportarlo?
- Obviamente doctor – La voz de Bill, tranquila y cantarina, hablo – Por lago le pagamos tanto ¿No es cierto?
Ayudando a su hermana a ponerse bien la ropa y bajar al suelo, los gemelos abandonaron la enfermería, dejando al doctor solo, irritado y gritando a todo el mundo o Bueno a nadie en realidad “Este tío necesitaría un psicólogo, con urgencia” Fue el ultimo pensamiento de Bill antes abandonar la sala.
(Amara)
Todo estaba borroso.
La luz le molestaba, le da va de frente.
Se froto los ojos cuidadosamente y los habría procurando no mirar hacia el foco blanco incandescente.
Se encontró en una habitación desconocida. ¿Cómo había llegado asta allí?
Miro hacia los lados, paredes blancas, puerta blanca, un gran ventanal en la pared del fondo que estaba medio escondido por una cortina blanca, semi trasparente.
Se incorporo suavemente, cerrando los ojos, se sentía mareada. Se había desmayado pero ¿Por que? ¿Qué era lo ultimo que recordaba? ¿El móvil? ¿vio algo en la pantalla? No, eso no era posible seguramente habría sido parte del sueño que había tenido, pero había sido demasiado real ¿no?.
En ese momento noto una suspensión de su cuerpo y se puso de lado, aun con sus ojos fuertemente apretados, para poder sentarse en el borde de la cama. Se sorprendió cuando noto que sus pies no rozaban nada, Abrió los ojos, el suelo estaba lejos. La cama donde estaba era alta. Miro con sumo cuidado de no caerse hacia abajo, y voy barrotes y una especie de baranda. Enseguida se le vino a la mente que era aquello, una camilla. Estaba montada en una camilla. Estaba entonces ¿En una enfermería? ¿En la enfermería del hotel? O estaba ¿en un hospital? ¿Sus hermanos habían sido tan dramáticos con solo un pequeños desvanecimiento? Pero un momento ¿Ella estaba vestida cuando se desmayo? No ella…. Ella acaba de salir del baño ¿Cierto? entonces ¿Qué hacia vestida?.
Vale todo era confuso, Las preguntas sin respuestas se agolparon en su mente, pero entonces algo sucedió.
La puerta de su espalda se habría y por ella aprecio un doctor, o eso le aprecio, que llevaba una bata blanca, por supuesto y uno de esos chismes que todo medico lleva al cuello para oír los latidos del corazón de las personas.
- Señorita Kaulitz, me temo que no es buena idea que se incorpore tan pronto, se podría desmayar de nuevo.
- No, no, no, ya me encuentro mejor pero dígame… ¿Dónde estoy exactamente? ¿Dónde están Tom y Bill? ¿Quién es usted? ¿Qué hago aquí? ¿Qué me paso?- Su nivel de ansiedad crecía por segundos, ella lo noto y el doctor también.
- Tranquilícese, en ese estado es mejor que no se altere. Sus hermanos la están esperando afuera en la salita de recepción. Yo soy el Doctor Abendroth, y usted esta en la enfermería del hotel The Regent Berlin. Por lo que me contaron; usted sé desmaño en el baño. Sus hermanos la trajeron aquí de inmediato.
- Pero ya me pudo ir ¿No?
- Si, si claro pero antes me gustaría hacerle un pequeño reconocimiento para asegurarme que esta bien realmente.
- Pero quiero ver a mis hermanos YA. – esto salió mas fuerte de lo que debía, El hombre enfrente de ella puso cara de sorpresa.
- Esta bien como lo desee. ¿Coria?- Su voz salió asustada, pero autoritaria.
De inmediato una chica rubia, de ojos claros y cabello corto vestida con uniforme blanco ”Como para ser de otra manera” penso, se asomo a la puerta y se puso a la orden del medico.
- Coria por favor salga fuera y haga pasar a los hermanos de la señorita.
- Si doctor – Dijo Coria con una sonrisa malévola, enseguida se noto que estaba deseando cruzarse con los gemelos.
(Tom)
Estabamos preocupados los dos.
Fue tan extraño lo que paso. Amara miro su móvil y callo al suelo sin mas. Bill apenas llego a tiempo para evitar que se golpeara la cabeza contra el suelo o la pata del sillón.
Fue como si lo que hubiese visto le hubiese impactado de tal manera que fue demasiado para su celebro.
“Me estas poniendo de los nervios” Eso era el pensamiento recurrente de Tom. Bill no paraba de dar vueltas de un punto a otro, y el, apoyado en la pared y con la cabeza girada hacia el suelo, no paraba de seguirle cada paso que daba.
- ¿Quieres para ya?
- No Tom. No quiero. Esta es mi manera de tranquilizarme, lo sabes.
- ¿Desde cuando? En los conciertos no haces eso.
- En los conciertos no es este tipo nerv………
No le dio tiempo a terminar, quedo interrumpido por una chica que salía de dentro de la enfermería, un poco mas mayor que ellos, vestida con un uniforme de enfermera blanco, llevaba una sonrisa coqueta pintada en su cara. Era atractiva. Se dirigió a Tom.
- El doctor dice que, si lo desean, pueden pasar ya.
- Gracias – la seca respuesta de Bill, al pasar por su lado casi empujándola.
- Pero que mal educado es tu hermano ¿No? Me empuja y no pide ni perdón. – Mirando del punto donde había desaparecido Bill asta donde Tom se hallaba.
- Oye mira “muñeca” No me gusto nada de lo que dijiste. Que sepas que en cuento salga de aquí iré personalmente al director del hotel a dar quejas sobre ti. – Se dirigió a la puerta pero justo antes de cruzarla, se volteo y poniendo cara de malo, añadió a su frase. – Y créeme estas buena, - miro de abajo a arriba a la enfermera y a ella se le iluminaron los ojos, dejando atrás las ganas de llorar – Pero no deberías creértelo tanto, jamas hubiese follado contigo.
Se dio la vuelta y se escabullo por la puerta perdiéndose dentro de la enfermería. Escuchando a lo lejos los sollozos de la joven. La había herido en su ego mas profundo. Lo sabia. Eso era lo que pretendía.
(Bill)
Vio aparecer a su gemelo por la puerta. Traía a puesta su sonrisa de trastada. “¿Que habrá echo ahora?” Escucho un sonido extraño, amortiguado, Vio como este iba directo a su hermanita querida y la abrazaba, tal y como lo había echo el y como se ponía a su lado. Escudriñando al medico con su mirada, moviendo inconscientemente su piercing, con cara malévola, estaba de mal humor, seria mejor no hacer nada que le molestase, “¿Qué dices? Será mejor que ese no haga nada que le moleste, no yo o Amara” Miro al doctor. Este se movía sigilosamente por la sala, cogiendo y soltando aparatos, parecía buscar algo.
- Bien señorita Kaulitz, ya vio usted a sus hermanos. Ahora si no les importa señores Kaulitz, déjenos solo, necesito asegurarme que todo esta bien- Se inclino sobre una estantería- Ahh…. Aquí esta.
- No, Ellos se quedan.
- Perdone señorita ¿Cómo dice?- en su cara se hizo patente la sorpresa.
- Mis hermanos se quedan.
- Disculpe mi insistencia pero puede ser que se tenga que desnudar No querrá que ellos la vena así ¿verdad? – Sonó con picardía, sonreía con picardía, dirección a Amara.
- Mis hermanos me vieron desnuda cientos de veces – Noto como el doctor se quedaba pálido antes sus palabras – Soy nudista doctor, no saque a relucir la parte pervertida que todos llevamos dentro.
- Aun así, debo insistir señorita. –esta vez su tono era bajo, casi un susurro y su rostro había adquirido un tono demasiado rojo para ser normal.
- ¿No oyó? Nos quedamos – Tom hablo desafiante, retándolo.
- Esta………… esta bien……… como lo quieran……… Y ahora por favor extienda el brazo, quiero tomarle la tensión. Ustedes dos se pueden sentar allí al otro lado de mampara, en mi escritorio.
Los dos gemelos se sentaron uno al lado del otro, y enseguida a Bill se le ocurrió una idea poner histérico al doctor. Ahora que había comprobado que Amara estaba bien, ya no le hacia ninguna falta. Además había notado de la manera que la miraba. La deseaba esta seguro, eso no le gustaba. Aprovecharía que Tom, gastaba mucho genio en esos momentos, para alegarlo de ella. Se inclino sobre Tom y le susurro en su oído.
- Tommy, cari, ¿me escuchas?
- Si, claro que te escucho Bill ¿Qué quieres? – Mismo tomo de secreto, su mirada seguía clavada sobre el biombo.
- ¿As visto como ese tipo miraba a Amara? – esta vez logro atraer su atención.
- ¿De que me estas hablando?
- Lo he visto, la miraba como si la quisiera devorar.
- Ese tio es imbécil.
- Tommy si lo alegas, te recompenso en casa.
No hizo falta nada mas que aquello para que Tom se pusiera en pie y con paso decidido fuera asta donde se encontraba su melliza y el doctor. Bill se pus en pie detrás de el y lo siguió cual niño travieso.
Cuando llegaron le sonrieron a Amara, y ella se lo devolvió. Y Tom empezó a increpar.
- ¿Qué le esta haciendo a mi hermana? – Pregunto con tono malhumorado.
- Solo le mido la tensión. – Respondió el hombre, cohibido.
- Eso tiene pinta de doler ¿te duele preciosa? – Pregunto haciéndole una caricia en le rostro a Amara
- No esta bien Tommy, solo un poco de presión, nada mas.
- Esta bien, peor si te hace algo que duela me lo dices de inmediato.
Amara asintió con su cabeza, feliz. Cruzo una mirada con Bill, que seguía callado observando lo que ocurría, desde un segundo plano, jugando con su piercing de la lengua. Enseguida capto lo que pasaba “Niña inteligente” penso Bill. Y miro a Tom que proseguía incordiando. Esta vez tenia un aparato extraño en la mano.
- ¿Qué es esto? – Pregunto en dirección al doctor.
- Es un termómetro.
- ¿Un termómetro? Y donde se pone ¿En el culo? – Levanto al vista al escuchar la risas ahogadas de sus hermanos.
- No señor Kaulitz, El termómetro se introduce en el oído y mide instantáneamente la temperatura del cuerpo.
- Ahh……… como ¿Asi? – Dijo llevándoselo a su propia oreja y pegándosela. Evidentemente haciéndose el tonto para irritar al doctor.
- No señor Kaulitz, así No, Por favor suéltelo de donde lo cogió. – La voz del medico sonó……… “sonó medio enfadada” Y Bill río ante ese pensamiento , a carcajada limpia.
- Seños Kaulitz ¿Seria usted tan amable de bajar la voz? Por si no se dio cuenta estamos en mitad de una enfermería. - estaba apretando los dientes, mirando a Bill, quitándole el termómetro de las manos a Tom.
- Perdón doctor, lo siento. No volverá a ocurrir.- Su voz fue de risa ahogada.
Tom por su parte seguía cogiendo cosas y rotandolas entre sus manitas.
- Bien señorita Kaulitz, ahora se escoltare el pecho, para saber con mayor seguridad si sus constantes se tranquilizaron.
El doctor se dirigió a Amara para subirle la camiseta, Para poder escuchar le latido del corazón. “mal echo doctor” Fue el pensamiento que cruzo la mente de Bill. Tom se estaba fijando en ese movimiento y enseguida se puso a la defensiva.
- ¿Pero que se cree que esta haciendo?
- Solo le voy a ocultar el pecho a su hermana, señor Kaulitz.
- A Amara ningún tio le toca el pecho si ella no quiere ¿lo entiende?- “Ese compartimento esta bien Tommy El esta empezando a llenarse de furia” Bill se lo estaba pasando en grande.
- Señorita Kaulitz ¿le importa si le oculto?
- No esta bien. Tommy No pasa nada. – Se le escapo una risita.
- Gracias
Al ponerle el fonendoscopio en el pecho Amara hizo un movimiento extraño que altero a Tom.
- ¿Que te pasa princesa? – Dijo este acercándose a ella.
- Esta muy frío.
- Se acabo asta aquí. Nos vamos ahora mismo. Mi hermana no tiene que soportar esto.
- Ahhh………… ¿Su hermana? ¿Su hermana? Y a mi ¿Queme dice? ¿Yo si tengo que soportarlo?
- Obviamente doctor – La voz de Bill, tranquila y cantarina, hablo – Por lago le pagamos tanto ¿No es cierto?
Ayudando a su hermana a ponerse bien la ropa y bajar al suelo, los gemelos abandonaron la enfermería, dejando al doctor solo, irritado y gritando a todo el mundo o Bueno a nadie en realidad “Este tío necesitaría un psicólogo, con urgencia” Fue el ultimo pensamiento de Bill antes abandonar la sala.
Mimi.Kaulitz- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 22/02/2010
Re: Fic Twc SECRETO PROBIDOS
JAJAJAJA esta muy bueno xD que hdp bill dios!!! espero que actualises pronto! söfii
sofi_th- Mensajes : 1
Fecha de inscripción : 09/10/2010
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